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Hermosillo

Sunday, September 16, 2007

Sorry For You

SORRY FOR YOU

Perorata dedicada a O. S.

Parte 1: De cómo las fotos bonitas se volvieron un falso clon.

En medio de un sol abrasador, cruzaba ayer la garita de San Isidro rumbo a San Diego, e iba yo pensando en qué características podía tener una foto bonita. Traté de imaginar, de recordar, algunas fotos que en otro tiempo pude considerar como bonitas. Y sí, había algunas. Pero sucedía que cada vez que las tenía presentes en mi imaginación resultaba, después de un primer examen, que no, que en realidad no lo eran.

Dos razones inmediatas podían ser la causa de negar ¿la belleza? a unas imágenes que en el pasado habían gozado de esa cualidad (boca mía). Primero, que yo había cambiado mi forma de apreciación y segundo, que era muy probable que esas imágenes pudieran ser consideradas por otro como no bonitas, es decir, feas. Y así, un problemita que me estaba yo planteando al cruzar la frontera se convirtió en un problemota: sin más ni más había pasado de “lo bonito” a “lo bello” y había declarado sin cuestionármelo que lo contrario de lo bonito era lo feo.

Y luego, por si no bastara, me fueron surgiendo otras preguntas: ¿tiene que haber cosas necesariamente bonitas en una foto bonita?, ¿puede haber cosas feas?, ¿la foto es bonita independientemente de las cosas que están en ella?, etcétera.

Pasé al Otro Lado y me dirigí a Giantphoto. Tomé el Freeway 5 y confié que en el camino podría desenmarañar esa madeja que había revuelto con tan poco tino. La empresa entintábase portentosa.

Busqué recordar alguna foto bonita que tuviera algo feo. No la encontré. Me pregunté el porqué no podía encontrar la fealdad en las fotos bonitas. Me respondería que la razón infructuosa de esa búsqueda se debía a que la fealdad era desagradable a la vista. Entonces, si la fealdad era lo contrario de lo bonito, las fotos bonitas eran, por tanto, agradables a la vista. Lo bonito de las fotos bonitas era sinónimo de agradable. Y sí, tenía que haber cosas bonitas en una foto bonita, necesariamente.

Iba ya por National City y mi visión se llenó de pronto de un cielo naranja y rojo, y un sinfín de pajaritos empezaron a revolotear en la lejanía. Me acordé cuando de niño subía a los cerros y observaba ese cielo en arrebol. Mi perspectiva visual ha de haber sido muy distinta a la de muchos otros niños hermosillenses. Había entre ese cielo arrebolado y yo una relación de tú a tú.

Cuento esta anécdota porque al ver ese cielo naranja y rojo en National City me dije: si me pusiera a pensar de otra manera, no con esta lógica, creo que pensaría que lo bonito es una extravagancia, una afectación, un ave raris.

Dejemos esta digresión atrás y tratemos de coger los hilos y destensar esta madeja enmarañada.

Llegué pues a que las fotos bonitas sólo pueden tener cosas bonitas. ¿Y cuáles serían estas cosas bonitas? No pude responder esto en ese momento. ¿Podré hacerlo ahora?…

Sé que un ruiseñor es bonito y que la foto de un ruiseñor no puede ser fea y sé también que un buitre es feo y que la foto de un buitre no puede ser bonita. También puedo decir: un ruiseñor es bonito y la foto de un ruiseñor puede ser bella y un buitre es feo y la foto de un buitre puede ser bella.

Entonces parecería inferirse que lo bonito no tiene nada que ver con lo bello porque la belleza incluye también la fealdad, a pesar de que ambos (lo bonito y lo bello) parecen tener un mismo contrario, es decir, lo feo.

Esto significaría que de lo bonito o de las fotos bonitas no podemos subir al siguiente escalón, es decir, no podemos pasar de lo bonito a lo bello por la sencilla razón de que la foto del buitre puede ser bella, aunque el buitre sea feo.

Así que no es gratuito que de las distintas definiciones que se han intentado de la belleza a lo largo de la historia se pueda derivar que la foto de un buitre, un animal feo entre los feos, pueda ser bella. Incluso el mismo buitre, ese horrendo animal, puede ser también bello.

Sentado frente a mi laptop me pregunto ahora: ¿qué son las fotos bonitas entonces? Desde una argumentación modernista concluyo que las fotos bonitas son una especie de parásito, un alien, un falso clon de lo bello.

¡Y todo porque descubrimos que la foto de un buitre puede ser bella!

Javier Ramírez Limón

Apéndice:

¿Son las naturalezas muertas de Roger Fenton agradables a la vista? Lo que se dice agradables, no. ¿Es Fading away, ese alucinante fotocuadro de Robinson, una foto bonita? Tengo fundadas sospechas de que no. Es un performance. ¿Es el pimiento de Weston agradable o desagradable a la vista? Pienso que estos atributos no corresponderían a las intenciones de Weston. ¿Es el sahuaro de Graciela Iturbide bonito? Me parece que ese sahuaro tiene muchos atributos menos el de bonito. Es objeto conceptualizado.

SORRY FOR YOU

Parte 2: De cómo las fotos bonitas se volvieron un concepto.

Despatarrado, con un gato a cada lado de mi cama, me sigo preguntando qué sentido podrán tener las fotos bonitas; ¿puedo hacer algo con ellas? Me contesto que sí e imagino un conjunto de varias fotos bonitas, una reunión. Todas son fotos mías y pienso hablar de ellas como mías, es decir, hablaría de mi concepto de lo bonito. Si agregara una más (y una y una más) estaré re-estructurando táxonomicamente mi concepto.

Si sólo mostrara mis fotos bonitas sin hablar de lo bonito, ¿no equivale, al mostrarlas, hablar también de lo bonito? No, porque esa reunión de fotos sería necesariamente caótica; sólo puedo hablar de lo bonito si tengo un concepto.

Me iré un poco más lejos: supongamos que proceso estas fotos bonitas de tal manera que lo bonito aparezca como hiperreal.

Antes clasifiqué, ordené, mis fotos bonitas; ahora intento imprimirles el atributo de lo real, tanto como sea posible. Esto es, quiero que mis fotos bonitas sean verdaderamente bonitas. Eso es lo que quiero decir aunque no sea cierto o no pueda establecerse su verdad.

Estoy ya dormitando y los gatos se han acercado a mí. Estamos casi abrazados y a punto de dormirnos…

Me digo: he encontrado una manera de darle utilidad a las fotos bonitas. Proyecté una clasificación estructurando una representación táxonomicamente. Incluso hasta podría decir que en esa taxonomía hay unas fotos más bonitas que otras, pero nunca más feas. Además, le he adscrito a esas fotos la característica de hiperrealidad porque quiero que se entienda muy bien que creo en lo bonito y que estoy convencido de su existencia.

Nos hemos quedado profundamente dormidos, los gatos (un gato blanco, Valentín Elizalde y una gata negra, la Negrita), y yo. Estamos soñando y no podemos asegurarle a nadie que nuestros sueños son lo suficientemente reales…

Me encuentro en un pasillo muy largo. Voy caminando y observo a cada lado miles de fotos, todas bonitas. Estoy embriagado. Se me viene una ocurrencia (¿idea?) a la cabeza: las destruiré todas, una a una, y a hacerlas bolita. Dicho y hecho: empiezo a destruirlas. Cada bolita va adquiriendo una forma distinta aunque siempre semeja un círculo. Son estructuras de forma más o menos circular, unas más irregulares que otras. Etcétera.

Sigo en el sueño y es mi conciencia la que habla…

Las fotos bonitas hechas bolita están ahí en el pasillo todas desperdigadas. Todas son fotos, son bonitas, pero su “look” cambió radicalmente porque ejercí una acción sobre ellas. El pasillo tampoco es el mismo. Está lleno ahora de un amasijo estrambótico de lo bonito. ¿Qué es esto? ¿Qué quiere decir? ¿Que lo bonito es una masa de no sé que cosas y de difícil definición? ¿Que esas inasibles madejas moleculares son una alegoría de lo bonito?.

Los gatos extienden sus brazos sobre mi pecho y quedan extasiados. Visiblemente pálidos se quedan estáticos, como si hubieran tomado una bebida venenosa. Y sí, a la mortecina, en un santiamén estamos los tres viajando a los confines del Más Allá, al encuentro ¿definitivo? con La Muerte.

(El último hálito gatuno había penetrado en mis sueños y cubierto todos los resquicios de ese pasillo transformado en molécula de lo bonito. Yo me había asfixiado con ese tufo y era transportado en un avioncito azul. Dos pasajeros me acompañaban todo el tiempo al Más Allá; claro, los gatos.)

Llegamos pues al Más Allá y saludamos a la Muerte. Nos invitó a que nos sentáramos bajo un mezquite muerto. Lo hicimos muy orondos: La Muerte, los gatos y yo. Nos miramos todos para reconocernos, para convencernos de lo que estaba ocurriendo. Yo no quería perder el tiempo con preguntas relativas a la muerte (para qué, ya estaba muerto). Y sin preámbulo alguno, le pregunté a La Muerte: Muerte, ¿podrías decirnos qué es lo bonito?, y si existe, podríamos verlo.

La Muerte, muy en su papel de Muerte, cruzó la pierna muy catrinamente y suspiró. Comenzó a hablar de muchas cosas y, a punto de decirnos aquello que nos interesaba a mí y a los gatos, una bandada de pajaritos pasó revoloteando sobre nuestras cabezas, surcó el horizonte muerto y empezó como un torbellino a rayar el cielo. Los gatos maullaron histéricos y yo traté de tranquilizarlos persuadiéndolos de que ya estábamos muertos y de que no tenía sentido maullar tan lastimeramente. Una estupidez porque no tendría que persuadirlos de nada. Ya no eran gatos, eran imágenes muertas de gatos.

La Muerte, aprovechando la confusión quiso escabullirse y sin que nos diéramos cuenta fue desapareciéndose de nuestros ojos, aunque logramos ver cómo levantaba uno de sus huesudos brazos señalando al cielo muerto.

Los gatos y yo, imágenes muertas de nosotros mismos, volteamos para arriba y observamos lo bonito en todo su esplendor y magnificencia. Enmudecimos enajenados por ese néctar visual y embriagador.

Si alguien llega a leer esto, créame, no tengo palabras para transportar esa maravillosa experiencia a la escritura. Claro, podría decir muchas cosas de esa experiencia delirante, y acompañar todo ese conjunto de frases con fotos bonitas de ese cielo lleno de pajaritos, naranja y rojo, arrebolado, que en ciertas épocas del año baña la visión de muchos hermosillenses.

Esta segunda parte no puede ser firmada porque el autor sigue muerto. Hubiera querido dedicársela a Fernando Robles pero no es posible. And here is the rest of it.

12 comments:

Anonymous said...

en el arte, la belleza radica precisamente en el trabajo del artista, la intención, y el compromiso, sin ésto, la muerte se seguirá riendo de intentos bonitos, vacíos, con lustre pero ausentes de muerte y vida.
El simple hecho de sumergir el cerebro en tal tarea, es ya curarse de los bonitos del mundo...

Magali Romano

Anonymous said...

Magali:
Imaginemos que vas a hacer una cena en tu casa y que has invitado a siete amigos, y sólo a siete. Un invitado o una invitada de más arruinaría ese momento que para ti es importante.
Y te sucede lo imprevisto: llega a tu cena una octava comensal. Todo puede salírsete de control. Sin embargo, tú no puedes decirle a esa persona que se vaya. Te sientes obligada a hacerle un campito, aunque –dentro de ti– maldices su presencia. Y tienes razón pues esa persona empezará a arruinarlo todo.
(Espero que no te vaya a desilusionar lo que voy a decir.)
En el arte de nuestra época esa octava pasajera, esa "persona non grata", esa intrusa, ¿sabes quién es?, ¿ya lo adivinaste?…
La belleza, Magali, arruina el significado, lo que queremos decir cuando representamos algo. Puede estar en la representación o en su estructura pero pervierte los conceptos, las ideas.
Ahora vamos a suponer que decidiste que tu octava pasajera se quedara un rato en tu casa, a charlar un poco, quizás hasta a bailar. Pero tú estás consciente de que debes ejercer control sobre ella y sobre sus actos. No la vas a dejar hacer un estriptis porque tus amigos, los verdaderos invitados a tu convite, se sentirán tentados a hacer cosas indecorosas. Etcétera.
El artista de nuestra época tiene que actuar como lo has hecho tú con tu octava pasajera. Debe, para ser funcional, ejercer un control férreo sobre la belleza, si no su trabajo empezará a adolecer, a palidecer. Una representación carente de significados no tiene sentido, por definición.
La fotografía, en la década de los sesenta del s. XX, “cortó” transversalmente al arte: lo desestabilizó de pies a cabeza. El arte, tú lo sabes, se transformó. Y la sirvienta, para usar el mote de Baudelaire, experimentó cambios que no estaban en su agenda.
Esos cambios fueron muchos pero sólo voy a mencionar el más importante: la fotografía dejó de ser autónoma.
Tu fiesta ya terminó y todo pasó sin exabruptos. Ejerciste sobre tu octava pasajera un control admirable. Jamás permitiste que la intrusa estuviera por encima de tus intenciones y las de tus invitados. Eso, Magali, es lo que hace el artista contemporáneo.
Los fotógrafos, sin excepción, y no sólo con respecto al asunto que nos atañe (la belleza), no pueden seguir como si estuviéramos a fines del siglo XIX o a mediados del XX.
El Muro de Berlín, por cierto, ya se cayó.



Saludos desde Tijuana y gracias por tu comentario.

Javier

Anonymous said...

Hola señor, resulta que leimos su texto y yo considero un método interesante para ilustrar sobre arte. El problema es que los artistas de a deveras, no quieren ser conocidos, siguen como encerrados en sí mismos y no comparten. No entiendo bien la fotografía como arte, por que siempre siento que está todo preparado, que es ficticio y que a veces las fotos espontáneas dicen mas que las cosas subrrealistas; Uno va a las exposiciones y se queda parado ahí y lo que hay enfrente no dice más que cosas arregladas "tratando de decir cosas que por estar tan preparadas solo se quedan en el intento. ¿Cómo pueden mejorar eso los fotógrafos profesionales? A mi me gusta mucho la fotografía, he tomado dos cursos y lo de la school, pero siento que sigo sin entender que hace la diferencia entre lo que yo saco y hacer arte. Las fotos son eso para mi, gatos libres, vivos con un lenguaje universal.
J.R.

Anonymous said...

Entonces, (trato de entender) algunos siguen tras lo bonito, cómo método, en lugar de controlar la belleza por la belleza misma, ¿no es asi? entonces, resulta que podemos ver tu sueño, llenito de fotos con bonitos por todos lados, pero a final de cuentas nos llevan al vacío. Sí comienzo a entender, que entonces, todo tiene que ver con el control del artista. gracias.
Magali

Anonymous said...

Estimado J. R.
- Tienes razón cuando dices que los artistas o los fotógrafos se encierran en sus burbujas sin darse cuenta que la burbuja a la que pertenecen es del tamaño del planeta tierra. Pero no todos son así; hay unos que se comprometen y se vinculan de formas distintas con su entorno social.
- Cuando dices que las fotos espontáneas dicen más cosas que las que no lo son, probablemente es por la siguiente razón: las fotos espontáneas son casi siempre (o siempre) “narrativas”, las que no lo son se estructuran de otra manera. Me explicaré: una acción fotografiada es narrativa porque en esa acción sucede algo. Hay un vector que tú puedes trazar de un punto a otro punto. La acción comienza en un lugar y acaba en otro.
Todas las imágenes en las que tú puedas trazar vectores son narraciones. Las fotos instantáneas casi siempre tienen vectores porque casi siempre está sucediendo algo en ellas. ¿Me sigues?…
Un ejemplo: toda o casi toda la foto de prensa es vectorial, es decir, es narración o pretende serlo. Pero dentro del campo de lo narrativo, tú comprenderás, hay otro tipo de fotografía que no es foto de prensa.
También hay, como lo sugerí antes, otro tipo de fotografía en la que no hay vectores. ¿Qué sucede ahí? Nada, porque ahí no “pasa” nada.
Pero alguien podría estar ahí (en la imagen) analizando, clasificando, o creando símbolos para decir algo.
Entonces tenemos dos tipos de imágenes:
1) Las que se estructuran narrativamente, como las fotos instantáneas o la foto de prensa.
2) Las que se estructuran conceptualmente. La fotografía analítica, la clasificación y la creación de símbolos forman parte de esta categoría.
Usualmente pasa que estas dos categorías se entrecruzan en una imagen y todo se vuelve más complejo. Por eso es difícil atrapar el significado de las imágenes.
Para el primer caso te sugiero que veas un ejemplo prototípico: la obra de Robert Frank. También ve la obra de Nan Goldin. Este ejemplo es muy interesante porque lo instantáneo es llevado a otro nivel. Quizás te guste…
Para el segundo caso sería bueno que observaras la obra de Cindy Sherman y los autoretratos de Morimura.
- Buenobueno, ¿qué si que diferencia hay entre tus fotos y las imágenes que corresponden al universo del arte? Muy poca seguramente. Por lo pronto sólo necesitas querer decir algo consistentemente e imaginar lo que es el arte sin buscar ayuda de nadie.
Una última cosa: un teórico muy importante, Douglas Krimp, afirma que el paso de lo moderno a lo posmoderno es debido a la teatralidad. Eso que tú dices que te molesta (la pose), cuando es una verdadera ejecución, se convierte en una mentira que terminas creyendo. Y cuando empiezas a creer en cosas que se parecen a las mentiras estás muy cerca del arte.

Saludos,
Javier

Anonymous said...

Magali,
Utilizas la belleza porque sirve a tus fines y no por otra razón. Los fines son un conjunto de enunciados que dicen cosas acerca de algo.
Y si tú dices algo eres responsable de lo que dices. No puede ser de otra manera.
Tienes toda la razón: si sólo persigues lo bonito o la belleza entonces no dices nada. Se crea el vacío. Y si se crea el vacío llega la muerte.
Eso es lo que quise decir en “Sorry for you”.


Saludos, Javier

Anonymous said...

Los invito a la inauguración de la exposición fotográfica titulada: "Entropía: el desorden y caos del cuerpo" de Leonardo Baldenegro Díaz que se realizará este próximo martes 25 de septiembre a las 7:00 p.m., en la Galería de Artes y Ciencias de la Universidad de Sonora. Leonardo viene desde Mexicali, Baja California.

¡Apoyemos a nuestros invitados foráneos!

Checa aquí la invitación:
www.dise.uson.mx/leonardo.htm


Saludos,
Rocío Solís

Anonymous said...

Mira J. R. la verdad es que tu no eres el único que piensa así, el problema está en que nadie pero nadie, está interesado en que la gente sepa más de arte, no solo en la fotografía, ¿de que sirve por ejemplo este blogg, si sólo los fotógrafos intervienen, bueno, y tu y yo.
Si hicieran como un servicio a la comunidad, ir a las escuelas, a las colonias, etc (por que las Universidades actualmente no están interesadas en que sus alumnos sepan de arte, al contrario, los alejan,)y den charlas, orienten para la gente que no tiene contacto con el arte, a lo mejor así, sería mas apreciadas y sobre todo comprendidas sus obras, el problema es la ignorancia, y se me hace que muchos de los artistas, aprenden una técnica pero son ignorates ¿o no? y pues por eso se quedan donde están, y los que si la hacen, entonces se sienten super fregones y no bajan la mirada a los que no sabemos, es lío.
Saludos... R.Martínez

Fotoseptiembre said...

“En la mayoría de los casos la ignorancia es algo superable. No sabemos por que no queremos saber.”
Aldous Huxley

Hola R. Martinez. Bienvenido al blog. Espero que tu y tus amistades se den el tiempo para poder revisar las otras entradas en este blog y que participen con sus comentarios. Voy a tratar de dar una respuesta a los puntos que tocaste en tu comentario. Estoy de acuerdo contigo en la poca o nula presencia que tienen los organismos públicos encargados de la difusión cultural en México. Este no es un fenómeno exclusivo de Hermosillo déjame decirte. Esto se da incluso aquí en Estados Unidos donde supuestamente existe una economía mas estable. Creo que este seria un buen tema para discusión. Aunque también seria muy injusto de mi parte satanizar todo el sistema, existen algunos que realmente están entregados a su labor y lo hacen bastante bien.

“:¿de que sirve por ejemplo este blogg, si sólo los fotógrafos intervienen, bueno, y tu y yo.”

Este blog tiene como fin servir de enlace. Así de sencillo y sin dar mucha explicación. Existen personas entre los que participan activamente con comentarios o entradas al blog con un vasto conocimiento en la materia. Gente que se viene dedicando a la difusión, educación y la creación. Así que yo pienso que este blog es un buen ejemplo de que se pueden hacer las cosas bien cuando se quiere. Lo que mencionas sobre los fotógrafos.. bueno... pues este es un blog sobre fotografía y pues... Aunque si te das cuenta no solamente tocamos el tema de la foto, también se habla de apreciación, organización e incluso de otros temas meramente viscerales.

“Si hicieran como un servicio a la comunidad, ir a las escuelas, a las colonias, etc (por que las Universidades actualmente no están interesadas en que sus alumnos sepan de arte, al contrario, los alejan,)y den charlas, orienten para la gente que no tiene contacto con el arte, a lo mejor así, sería mas apreciadas y sobre todo comprendidas sus obras”

Por experiencia te digo que esto no es culpa de las universidades nada mas. Lamentablemente el sistema educativo en México ha ido en deterioro. Como nos hace falta Vasconcelos verdad? El arte dentro de la sociedad es importante y es muy bueno reconocer el papel que juega. En él se refleja todo lo que nos afecta como individuos. Tu hablas de la falta de contacto con el arte yo hablaría de algo que se ha tocado por otras personas en este blog, analfabetismo visual. La invitación por medio del Colectivo Ventanas de Luz en agregar un Foro de discusión dentro del Festival Fotoseptiembre 2007 busca corregir esto. El uso de la tecnología a favor de la enseñanza y la presencia física de los creadores ayudan en mucho a disipar estas dudas que puedan surgir de la incomprensión. Existe otra propuesta muy importante se llama Proyecto de Formación, Vinvulación y Promoción de la Cultura Visual. Dicho proyecto fue elaborado y coordinado por el Mstro. Joel Montoya. Muy interesante la propuesta y si te interesa podemos hablar un poco mas de ella.

“el problema es la ignorancia, y se me hace que muchos de los artistas, aprenden una técnica pero son ignorantes ¿o no? y pues por eso se quedan donde están, y los que si la hacen, entonces se sienten super fregones y no bajan la mirada a los que no sabemos, es lío.”

La ignorancia no tiene excusa. Hay una linea muy delgada entre ignorar y no saber. Los que me conocen saben que algo que no acepto es la ignorancia como excusa (aunque a veces sea atrevida y es usada como argumento). Actualmente contamos con muchos recursos para poder tener acceso a la información. Lo que mencionas sobre los “artistas” que se sienten super fregones porque ya la “hicieron” pues.... Creo que la humildad es una virtud que muchas veces sale sobrando en una actividad en la que el Ego juega un papel estelar. No solo se necesita talento para ser exitoso, ademas hay que tener disciplina, humildad y sobre todo compromiso con el medio que elegimos para expresarnos.

Espero y mis comentarios hayan servido de algo.

Ivan Correa

Anonymous said...

Nos engañas, R. Martínez, cuando dices que no sabes nada acerca del arte. Planteas un problema verdaderamente importante: el compromiso que el artista o el fotógrafo ¿debería tener? con la sociedad.
¿Debe el artista o fotógrafo estar comprometido con la sociedad? En caso de que respondiéramos que sí, de qué tipo sería ese compromiso y cómo sería?…
Dejemos pendiente este asunto por el momento y pasemos a algo que -según yo- estás suponiendo. Es decir, voy a hablar de algo que “creo” que tú supones; tú me dirás si estoy en lo correcto.
Sospecho que cuando hablas del arte (o de la fotografía) implícitamente le estás dando una serie de valores, o que mucha gente cree que los tiene.
¿No estás "idealizando” esta actividad (la artística) y le estás dando valores que implican que el artista debe estar comprometido con la sociedad? Pienso que estos valores que creo que le estás dando al arte giran alrededor del hecho de que, entre muchas otras cosas, el arte (es decir, la actividad) es un acto de la imaginación.
Una cosa es que el arte sea un acto imaginativo y otra muy distinta es idealizar ese acto.
Lo que te quiero decir es que quizás estés pensando más en esa idealización y menos en la realidad. Hay mucha gente que piensa como tú y como yo (piensa que de los valores que rodean a esa actividad se deriva un compromiso). Sin embargo, R. Martínez, no debemos engañarnos y debemos ser conscientes también de que el arte (y la fotografía) pertenece al mundo real y está regido por las mismas leyes que gobiernan otros campos de ese mundo.
Jameson dice que la posmodernidad (y como se llame lo que estea después) es la lógica cultural del capitalismo de esta época.
No te extrañe pensar entonces que el arte (y la fotografía) comparte estrategias y comportamientos con, por ejemplo, la política y la economía.
Concretizo: ese compromiso que tú demandas no es intrínseco al arte o a la actividad artística; es una decisión política e ideológica de quien se dedica a esa actividad, y se deriva en unos casos de esa idealización, en otros no.
Espero, R. Martínez, no haber inventado un problema donde no lo había.

PD. Gracias por la clasificación. Espero no ser ninguno de los dos tipos de artistas o fotógrafos que mencionas.

Saludos,
Javier

Anonymous said...

R. MARTINEZ. ENTONCES SI NO HAY UN COMPROMISO SOCIAL COMO DICE USTEDE, ¿PARA QUE HACEN ARTE? O SEA ESO SUENA COMO LOS ARTISTAS DE ANTES. BEBEDORES, LOCOS, SUCIOS Y POBRES. ME HA TOCADO EN LA ESCUELA QUE VAYAN ESCRITORES O PINTORES O COSAS ASI, Y SIEMPRE DICEN QUE CADA VEZ ES MAS REDUCIDO EL PUBLICO INTERESADO O CONOCERDOR, POR ESO DIJE ESO. PERO LA VERDAD ES QUE A PESAR DE LA TECNOLOGIA, SIGUEN SIN IMPORTARLES SI LOS DEMAS ESTAMOS DE ACUERDO O NO EN LO QUE HACEN. POR EJEMPLO LO QUE DECIAMOS EN CLASE QUE PREGUNTABA LA MAESTRA QUE SI ESTABAMOS DE ACUERDO DE QUE PARTE DEL DINERO DE LOS IMPUESTOS SE FUERAN POR EJEMPLO A FOTOSEPTIEMBRE, YO DIJE QUE SI VALE LA PENA, SI ES DE CALIDAD SI, PERO SI SOLO ES PARA CUBRIR LAS APARIENCIAS, SI ES PARA QUE SE LUZCAN UNOS CUANTOS, O COMO DIJO UNA AMIGA, QUE HASTA HAY EXPOSICIONES REPETIDAS, PUES AHÍ NO SE VALE. EN FIN, SIGAN CON SU BLOG PARA QUE SIGAN DISCUTIENDO DE SUS COSAS USTEDES FOTOGRAFOS, IGUAL QUE HACEN CON SU MUNDO PEQUEÑO. GRACIAS POR CONTESTAR. R.MARTINEZ

Anonymous said...

R. Martínez,
Yo nunca dije que no debería haber un compromiso social por parte del artista. Sólo dije que no le es intrínseco al arte que el artista tenga ese compromiso. Afirmé que, cuando existe, ese compromiso social proviene de una decisión política.
Precisamente porque creo que el arte no es una actividad de bebedores, de locos, de sucios y de pobres, mencioné que el arte es una actividad inmersa en la lógica cultural de un sistema económico.
Si pensamos en que el arte es una actividad de bebedores, de locos, de sucios y de pobres estamos idealizando una cosa que no implica necesariamente que el artista tenga estos atributos. Una persona sobria, cuerda, muy limpiecita y rica puede hacer arte. De hecho, lo hace.
El arte debería tener una función crítica consigo mismo y con lo que pasa en el mundo (en éste y en el otro). “Enuncia”, y a veces lo hace de manera subversiva; otras no. Nosotros debemos tener una relación inteligente con la “pieza” artística, es decir, con lo que esa pieza propone en términos de un discurso.
Entiendo lo que quieres decir cuando afirmas que el artista debiera tener un compromiso social. Hay artistas que trabajan profesionalmente como empleados (de una galería por ejemplo); otros lo hacen como pequeños empresarios; y otros trabajan con el único propósito de “expresarse” y muestran su trabajo en festivales. ¿A cuál de todos éstos les pides un compromiso social?…
Si el artista-empleado, el artista-pequeño empresario o el artista que busca “expresarse” se comprometen socialmente es porque tomaron una decisión. Ninguno está comprometido a hacerlo , como no lo está el empleado de un banco, el ferretero o los fotógrafos que exponen en Fotoseptiembre.
Las instituciones, R. Martínez, deben estar comprometidas socialmente. Para eso existen. Pero también deben estar comprometidas, como bien dices, con la calidad de las propuestas artísticas.
Tienes razón cuando dices que muchos vivimos desapegados de la realidad. Yo te agradezco que hayas “actualizado” este problema...
En el futuro intentaré no verme como una “cosa así”; no prometo dejar de beber porque me gusta; loco no estoy, te lo aseguro; ¿limpiecito?, a veces; ¿y pobre?, casi todos lo somos.
Cuando vaya a Hermosillo puedo ir a visitarlos a su salón de clases. Me puedo aventar un tirito a 10 rounds contigo y con tus compañeros. Llevaré imágenes y les platicaré de lo que sé o creo saber. Como puedes ver estoy dispuesto a hacer que mi mundo no se vuelva cada vez más pequeño.

Saludos,
Javier